Veneramos de manera especial a la Santísima Virgen María en la advocación de María Madre de la Adoración y de la Reparación, en ella está nuestro modelo de vida en consagración y amor a nuestro Señor.
Como siervas reparadoras somos almas consagradas que arriesgamos CON intrepidez generosa combatir las huestes del mal, armadas con el Evangelio y protegidas con el blasón insigne del Santo Rosario, recitando la corona completa
( Constituciones n.95)
El acendrado amor a Nuestra Madre Celestial es una de las características de nuestra comunidad
(Constituciones n.35)
Su Inmaculado Corazón rodeado de una corona de espinas; en su mano derecha, mi Sagrado Corazón entregándolo a las almas dispuestas a amar y reparar mi Corazón ultrajado e injuriado por los pecados de los hombres. (D. E )