Lucia, Francisco y Jacinta, almas víctimas que aceptaron el llamado de Nuestra Señora en Fátima y a través de la oración y del sacrificio, se desgataron por amor a Jesús "escondido" y por la salvación de las almas.
– ¿Queréis ofreceros a Dios, para soportar todos los sufrimientos
que Él quiera enviaros, en acto de reparación por los pecados
con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los
pecadores?
– Sí, queremos – fue nuestra respuesta.
(Memorias de Lucía. Vol 1)